Invertir en bonos de alto rendimiento vs. bonos gubernamentales: ¿Cuál elegir?

Invertir en bonos de alto rendimiento vs. bonos gubernamentales: ¿Cuál elegir?

Antes de entrar en recomendaciones o llamados a acción, vamos a entender qué significan estos dos tipos de bonos, qué alimenta sus rendimientos y qué riesgos traen consigo. Al final, podrás valorar qué encaje tienen en tu cartera según tu horizonte, tu tolerancia al riesgo y tu situación financiera. No hay una respuesta única, pero sí patrones que te ayudan a decidir con mayor claridad.

¿Qué son los bonos de alto rendimiento y los bonos gubernamentales?

En el mundo de la inversión en bonos, hay dos grandes familias que suelen entenderse como contrapartes en cuanto a riesgo y rendimiento se refiere.

  • Bonos gubernamentales: son deuda emitida por el gobierno de un país. En muchos mercados desarrollados, se distinguen por su alta calidad crediticia y, por lo general, menor volatilidad. En Estados Unidos, por ejemplo, encontramos las Treasuries; en la zona euro, los bonos soberanos de grado de inversión. Su atractivo principal es la estabilidad y la liquidez, a costa de rendimientos relativamente más bajos, especialmente en entornos de tasas bajas.

  • Bonos de alto rendimiento (también llamados bonos basura): son deuda emitida por emisores con menor grado de solvencia o con un historial de crédito más arriesgado. Su rendimiento inicial es más alto para compensar a los compradores por el mayor riesgo de impago. En general, ofrecen mayores cupones y/o mayor rendimiento en comparación con los bonos gubernamentales, pero están más expuestos a vaivenes de crédito y a cambios en el ciclo económico.

Cita importante:
— Warren Buffett: “Diversification is protection against ignorance. It makes little sense if you know what you are doing.”
Cita adicional:
— Proverbio: “No pongas todos los huevos en una sola cesta.”

La elección entre estas dos familias no es solo una cuestión de números; también depende de cómo se comporta la economía, de la política monetaria y de tus objetivos de corto y largo plazo.

Factores clave a considerar

Antes de sumergirte en gráficos de rendimiento, conviene marcar los criterios que suelen guiar la decisión.

  • Horizonte temporal: si tu objetivo es a corto plazo, la estabilidad y la liquidez pueden pesar más que los rendimientos altos de los bonos de alto rendimiento. A más largo plazo, hay espacio para asumir mayor riesgo si se busca crecimiento real en la cartera.

  • Tolerancia al riesgo: ¿qué tan cómodo estás con la posibilidad de caídas temporales en el valor de tu inversión? Los bonos de alto rendimiento suelen exhibir mayor volatilidad ante cambios en el ciclo económico.

  • Calidad crediticia: la clasificación de crédito de los bonos de alto rendimiento es menor que la de los bonos gubernamentales. Si la salud de un emisor mejora o empeora, su precio puede moverse significativamente.

  • Riesgo de tasa de interés: los bonos con mayor duración o sensibilidad a tasas pueden ver caídas de precio cuando las tasas suben. Los bonos gubernamentales suelen ser más líquidos y, dependiendo del país, pueden gestionar mejor ciertos movimientos de tasas.

  • Liquidez y comisiones: en la práctica, la liquidez de bonos gubernamentales suele ser buena, mientras que los bonos de alto rendimiento pueden presentar mayor dispersión de precios. Las comisiones y costos de transacción deben ser considerados.

  • Inflación y poder adquisitivo: si la inflación es alta, el rendimiento real (rendimiento nominal menos inflación) puede verse erosionado. En ese escenario, los bonos de alto rendimiento podrían ofrecer compensación, pero a costa de mayor volatilidad.

Rendimiento y volatilidad

H2, esto es lo que puedes esperar en términos de rendimiento y fluctuaciones.

Rendimientos históricos comparados

  • Los bonos gubernamentales tienden a ofrecer rendimientos relativamente estables y, en periodos de inflación baja, pueden superar a otros activos en términos de preservación de capital.
  • Los bonos de alto rendimiento, por su parte, muestran mayores altibajos, pero también pueden superar a los gubernamentales en ciertos ciclos de expansión económica cuando los emisores de menor calidad logran mejorar su situación crediticia.

Es natural preguntarse: “¿En qué medida el rendimiento adicional de los bonos de alto rendimiento compensa el mayor riesgo?” La respuesta depende de la duración de la inversión, la calidad de los emisores y la fortaleza de la economía.

Impacto de las tasas de interés

  • En entornos de subidas de tasas, los bonos con mayor duración tienden a perder valor más rápido. Si gran parte de tu exposición está en bonos de alto rendimiento con duración moderada, podrías ver caídas de precio, aunque los cupones más altos ayudan a amortiguar eso.
  • En fases de recortes de tasas, los bonos de alto rendimiento pueden recuperarse con fuerza si la economía mejora y la solvencia de los emisores mejora. Los bonos gubernamentales también pueden beneficiarse de la menor presión de tasas, dependiendo del país y del ciclo fiscal.

Riesgos y escenarios macroeconómicos

Identificar riesgos te ayuda a evitar sorpresas desagradables.

Recortes de calificación

  • Un factor crítico para los bonos de alto rendimiento es la posibilidad de que alguna entidad emisora sea degradada por agencias de calificación. Esto suele provocar caídas de precio y mayores costos de endeudamiento para el emisor.
  • En periodos de estrés económico, las calificaciones pueden degradarse de forma amplia, afectando la cartera de alto rendimiento.

Riesgo de liquidez

  • Algunos bonos de alto rendimiento pueden no ser tan líquidos como los bonos gubernamentales. Si necesitas vender con rapidez, podrías enfrentar spreads más amplios y precios menos favorables.

Riesgo de inflación

  • La inflación erosiona el poder adquisitivo de los cupones y del principal. Si la inflación sorprende al alza, el rendimiento real de los bonos de alto rendimiento podría verse seriamente afectado, especialmente si los cupones no se mantienen al ritmo de la inflación.

Estrategias de diversificación y mezclas

La diversificación suele ser la clave para equilibrar rendimiento y riesgo.

  • Diversificación dentro de cada clase: en bonos de alto rendimiento, incluir una mezcla de emisores de diferentes sectores y regiones puede reducir el riesgo específico. Para bonos gubernamentales, considerar distintos vencimientos y, si cabe, exposición a diferentes economías.
  • Combinación salvaguarda-rendimiento: una cartera que combine bonos gubernamentales con una porción de bonos de alto rendimiento puede ofrecer estabilidad de capital y, a la vez, oportunidad de rendimiento superior en ciertos ciclos.
  • Gestión de duración: ajustar la duración total de la cartera para mitigar el impacto de movimientos de tasas puede ayudar a mantener un perfil de riesgo razonable.
  • Rebalanceo periódico: revisar la asignación de activos para evitar desviaciones significativas frente a tus objetivos.

Enfoques de inversión

  • Activos mixtos y fondos regulados: una forma eficiente de obtener diversificación es a través de fondos o ETFs que invierten en ambas categorías. Estos productos suelen ofrecer liquidez y gestión profesional.
  • Inversión disciplinada vs. oportunista: hay enfoques que priorizan la consistencia (recalibrando cada año) frente a estrategias basadas en señales de mercado o ciclos. Cada enfoque tiene ventajas y desventajas.

Cómo encajan en diferentes perfiles de inversor

Cada inversor tiene una combinación única de objetivos, horizonte y tolerancia al riesgo. Aquí hay pautas generales, sin prescribir una acción específica.

Inversor conservador

  • Prioriza preservación de capital y estabilidad de ingresos.
  • Podría inclinarse hacia una mayor proporción de bonos gubernamentales, con una porción más pequeña de alto rendimiento para añadir algo de rendimiento adicional sin sobreexponerse al riesgo de crédito.

Inversor moderado

  • Busca equilibrio entre rendimiento y riesgo.
  • Una mezcla más igualitaria entre bonos gubernamentales y bonos de alto rendimiento, con diversificación geográfica y temporal, puede ser adecuada para este perfil.

Preguntas frecuentes

  • ¿Qué rendimiento esperar de cada tipo de bono en este entorno?
    • Los bonos gubernamentales suelen ofrecer rendimientos más bajos y más estabilidad, mientras que los de alto rendimiento permiten mayores cupones, pero con mayor volatilidad y riesgo de impago.
  • ¿Cómo afecta la inflación a estos bonos?
    • La inflación alta reduce el rendimiento real de cualquier bono. Los bonos de alto rendimiento pueden compensar parte de esa caída con cupones más altos, pero a costa de más volatilidad.
  • ¿Se deben combinar con acciones u otros activos?
    • Sí, la diversificación con acciones y otros activos puede mejorar la resiliencia de la cartera ante diferentes escenarios económicos.

¿Qué hacer si aún no está claro?

No todas las respuestas llegan de inmediato y depende de tu contexto personal. Lo importante es entender que cada tipo de bono tiene un papel distinto y que, en muchos casos, la mejor opción no es elegir entre uno u otro, sino entender cómo pueden convivir en una cartera de forma que se complemente mutuando riesgos y rentabilidades.

Conclusión

En la comparación entre bonos de alto rendimiento y bonos gubernamentales, la clave está en reconocerse como inversor: qué tolera tu nervio ante la volatilidad, qué horizonte tienes y qué significa, para ti, preservar capital frente a obtener mayores rendimientos. Los bonos gubernamentales destacan por su estabilidad y liquidez, mientras que los bonos de alto rendimiento ofrecen mayor rendimiento potencial pero con un costo adicional en volatilidad y riesgo de crédito.

La decisión no es un ejercicio aislado; es un proceso de ajuste continuo que se beneficia de la diversificación, la claridad de objetivos y un marco de gestión que considere tanto las condiciones macroeconómicas como las particularidades de tu cartera. En última instancia, entender estos dos universos te ayuda a construir una estrategia más sólida, capaz de navegar por distintos escenarios y mantener un curso razonable frente a la incertidumbre.