Invertir en bonos internacionales de alta rentabilidad: ¿Es una buena opción?

Si te preguntas si invertir en bonos internacionales de alta rentabilidad es una buena opción para tu cartera, estás en el lugar adecuado. En este artículo vamos a desglosar qué son estos instrumentos, qué ventajas y riesgos traen consigo, y cómo encajan (o no) dentro de una estrategia de inversión equilibrada. No se trata de prometer resultados mágicos, sino de entender el panorama para tomar decisiones más informadas.

Qué son los bonos internacionales de alta rentabilidad

Los bonos internacionales de alta rentabilidad, a veces llamados “bonos basura” cuando pertenecen a emisores de menor calificación crediticia, son títulos de deuda emitidos por entidades fuera de tu país de residencia. Su rendimiento suele ser sustancialmente mayor que el de los bonos considerados de alta calidad, a cambio de un mayor nivel de riesgo. En términos simples, estás pagando un premio por asumir la posibilidad de que el emisor pueda incumplir o que surjan complicaciones cambiarias.

¿Qué significa “alta rentabilidad” en bonos?

La alta rentabilidad no es sinónimo de certeza. Se refiere a tasas de cupón o rendimiento que superan a los bonos de grado de inyección similar. Pero este mayor rendimiento viene acompañado de:

  • Posibilidad de incumplimientos o reestructuraciones.
  • Mayor volatilidad de precios ante cambios del entorno macroeconómico.
  • Riesgo cambiario si el bono está denominado en otra divisa y no está cubierto.
  • Riesgos de liquidez en ciertos mercados o emisiones menos conocidas.

“El riesgo proviene de no saber lo que haces.” — Warren Buffett

Esta cita resume la idea de que entender los factores que influyen en el rendimiento es crucial para evitar decisiones impulsivas basadas solo en el rendimiento aparente.

Ventajas y riesgos clave

Ventajas principales

  • Rendimientos superiores frente a bonos de alta calificación, especialmente en entornos de tasas bajas.
  • Podrías obtener diversificación adicional al exponer tu cartera a emisores y jurisdicciones distintas.
  • En escenarios de devaluación local de tu divisa, algunos bonos pueden ofrecer cobertura parcial o compensaciones cuando se negocian en divisas fuertes.

Riesgos y consideraciones importantes

  • Incumplimientos o reestructuraciones de deuda que reduzcan el principal o los cupónes.
  • Volatilidad de divisas que afecte el rendimiento en tu moneda local.
  • Riesgo de emisor ligado a la situación económica del país emisor, cambios políticos o shocks externos.
  • La liquidez puede ser menor que la de bonos de grado de inversión, especialmente en emisiones más pequeñas.

En resumen, estos bonos pueden ofrecer un camino para obtener rentabilidad adicional, pero requieren una evaluación cuidadosa de riesgo, diversificación y horizonte temporal.

Factores que influyen en su rendimiento

Antes de considerar una inversión, ten en cuenta estos factores clave:

  • Calificación crediticia del emisor y del emisor extranjero (p. ej., agencias como S&P, Moody’s, Fitch). Una calificación más baja suele implicar mayor rendimiento, pero mayor riesgo.
  • Tipo de emisor (gobierno, corporación, entidad supranacional) y su estructura de deuda.
  • Riesgo cambiario y la posibilidad de cobertura o natural de divisas si tu base está en otra moneda.
  • Entorno de tasas de interés global y local, ya que cambios en tasas pueden afectar tanto el precio del bono como su rendimiento efectivo.
  • Liquidez del mercado y de la emisión específica; mercados más pequeños pueden implicar salidas difíciles a precios deseados.
  • Inflación y su impacto en rendimientos reales, especialmente en economías emergentes.

Una buena práctica es combinar estos bonos con instrumentos de menor riesgo para amortiguar volatilidad y mejorar la consistencia de la cartera a lo largo del tiempo.

Cómo encajan en una cartera

La pregunta clave no es únicamente “¿cuánto rinden?” sino “¿cuál es su rol en mi cartera?” En una estrategia bien diseñada, los bonos internacionales de alta rentabilidad pueden contribuir a:

  • Diversificación geográfica y sectorial, reduciendo la dependencia de un solo país o moneda.
  • Una protección parcial contra inflación en algunas jurisdicciones emergentes, donde los cupones ajustados o el cupón superior pueden compensar pérdidas de poder adquisitivo.
  • La posibilidad de rendimientos atractivos en comparación con bonos de grado de inversión, siempre que el inversor acepte el mayor riesgo asociado.

Sin embargo, para que este papel sea efectivo, no deben dominar el resto de la cartera. La diversificación adecuada implica equilibrar con bonos locales de calidad, acciones, y otros activos que reduzcan la volatilidad y el riesgo total.

Guía práctica para empezar

A continuación, cinco pasos prácticos para evaluar si estos bonos pueden encajar en tu plan, sin perder de vista la prudencia.

  1. Define tu objetivo y horizonte: ¿buscas crecimiento de capital, generación de ingresos o diversificación? ¿cuál es tu marco temporal?
  2. Evalúa tu tolerancia al riesgo: si toleras caídas cortas y estás preparado para periodos de volatilidad, podrías contemplar una pequeña exposición inicial.
  3. Elige el formato: ¿fondos de bonos internacionales de alta rentabilidad, ETFs temáticos o bonos individuales de emisores específicos?
  4. Considera costos y liquidez: comisiones de gestión, gastos de transacción y la liquidez de la emisión o del ETF/ fondo elegido.
  5. Plan de divisas y cobertura: decide si quieres cubrir la exposición a divisas o dejarla flotante según tu visión de divisas y tu tolerancia al riesgo cambiario.

Además de estos pasos, recuerda monitorizar regularmente la calidad crediticia de los emisores y las condiciones macroeconómicas globales. Las crisis pueden afectar de forma repentina, y la observación continua es clave para ajustar posiciones a tiempo.

Preguntas frecuentes

¿Qué diferencias hay entre bonos internacionales de alta rentabilidad y bonos de alta rentabilidad de mi propio país?

La principal diferencia radica en la moneda, el emisor y el entorno regulatorio. Los bonos internacionales te exponen a riesgos cambiarios y a emisores de otros países, lo que puede ofrecer diversificación y mayores rendimientos, pero también enfrenta volatilidad adicional. Los bonos domésticos de alta rentabilidad pueden presentar menos riesgo cambiario, pero suelen concentrar la exposición a un solo entorno económico.

¿Qué tan importantes son los costos en este tipo de inversión?

Los costos pueden impactar significativamente el rendimiento neto a lo largo del tiempo. Busca opciones con comisiones razonables, y presta atención a gastos ocultos, como comisiones de reembolso anticipado o gastos de custodia. En el mundo de los ETFs y fondos, compara ratios de gasto y gasto total anual (TER).

¿Es mejor invertir en bonos internacionales de alta rentabilidad a través de un fondo o comprando bonos individuales?

Depende de tu experiencia, tamaño de la cartera y preferencia de gestión. Los fondos y ETFs ofrecen diversificación instantánea y menor riesgo de concentración, mientras que la inversión directa en bonos individuales puede dar más control y potencial de ahorro en costos si accedes a emisiones específicas y gestionas bien el riesgo y la liquidez.

¿Qué pasa si el país emisor entra en crisis?

La probabilidad de impagos o restructuraciones aumenta en entornos de crisis. La diversificación entre emisores y sectores, y la monitorización de calificaciones crediticias son medidas clave para mitigar este riesgo. En crises, la liquidez se vuelve crucial: ¿tienes acceso a recursos para evitar ventas apresuradas a pérdidas?

Conclusión

Invertir en bonos internacionales de alta rentabilidad puede ser una opción atractiva para quien busca rentabilidad adicional y diversificación, siempre que se acepte el nivel de riesgo asociado y se mantenga una gestión activa y disciplinada. Estos instrumentos ofrecen la posibilidad de obtener rendimientos superiores a los de bonos de alta calidad, pero requieren un análisis detallado de calificación crediticia, país de emisión, liquidez y exposición cambiaria. En una cartera bien estructurada, pueden servir como un complemento para reducir la volatilidad global y ampliar la exposición a distintas escenarios económicos. No son una solución mágica, sino una pieza más del rompecabezas de la inversión responsable y diversificada.

En última instancia, la decisión de incorporar bonos internacionales de alta rentabilidad debe basarse en una evaluación clara de tus objetivos, tu horizonte y tu tolerancia al riesgo. La clave está en la diversificación, la vigilancia constante de calidad crediticia y la comprensión de los costos asociados. Con un enfoque informado, podrías ampliar tus oportunidades de rendimiento sin renunciar a una gestión prudente de la cartera.